Un Viaje al Corazón de "Un, dos, tres... Responda otra vez"
"Un, dos, tres... responda otra vez" fue un hito de la televisión española, creado por Narciso Ibáñez Serrador en 1972. Este programa se emitió en distintas temporadas hasta 2004, y sus más de 400 episodios abarcaron una mezcla de géneros televisivos que cautivaron a millones de personas. Con una estructura dividida en preguntas, retos físicos y la famosa subasta final, el programa revolucionó el formato de concursos, integrando entretenimiento, cultura y humor de manera única en la televisión.
Orígenes del Programa Un dos tres ...
La inspiración de "Un, dos, tres... responda otra vez" se remonta a otras producciones de concursos que Ibáñez Serrador había conocido en Argentina y Perú.
Los precedentes del programa se encuentran en un concurso que Ibáñez Serrador realizó en Argentina llamado "Un, dos... Nescafé" en el que parejas de concursantes debían ir respondiendo alternativamente durante un determinado período. A este concepto se le añadió una segunda parte basada en un concurso que Kiko Ledgard presentó en Perú llamado "Haga negocio con Kiko". En este programa el concursante debía elegir entre puertas y cajas que contenían regalos o el dinero que ofrecía el presentador a cambio.
Tras observar que los programas de concurso generalmente seguían formatos de preguntas, pruebas físicas o de suerte, Serrador optó por fusionar estos tres elementos en un único programa, con secciones diferenciadas y un formato que le dio su nombre distintivo. Este enfoque tan innovador, aunque arriesgado, fue clave en su éxito, pues el público no estaba acostumbrado a ver este tipo de variedad en televisión.
Desde sus primeros episodios, la audiencia quedó enganchada. No solo era un concurso donde los participantes debían responder preguntas, sino un show en el que el entretenimiento era tan importante como el premio. La primera emisión en 1972 ya incluyó a Kiko Ledgard como presentador, y desde el inicio, la atmósfera del programa se distinguió por sus características únicas y su formato en tres fases.
Estructura de "Un dos tres ... responda otra vez"
La estructura de "Un, dos, tres... responda otra vez" fue lo que realmente le dio su carácter. La división en fases permitía que los concursantes enfrentaran diferentes tipos de retos, generando un interés continuo y manteniendo la dinámica.
Primera Fase: Preguntas y Respuestas
En la primera fase, los concursantes participaban en una ronda de preguntas en la que debían mostrar sus conocimientos y rapidez mental. Con una frase de apertura famosa, “Digan nombres de…”, los concursantes tenían que dar la mayor cantidad de respuestas correctas en un tiempo limitado. Esta fase se desarrollaba bajo ciertas reglas estrictas, como no repetir respuestas o alternar las respuestas entre los miembros del equipo.
Para muchos de los espectadores, esta fase era una mezcla de suspense y aprendizaje, pues muchas de las preguntas se centraban en temas culturales o de conocimiento general. Además, la presencia de un contador de respuestas aportaba aún más nerviosismo, pues cualquier error terminaba abruptamente la ronda.
Segunda Fase: La Eliminatoria
La siguiente fase del concurso era conocida como la eliminatoria, que consistía en pruebas físicas o retos de habilidad. Aquí, los concursantes competían por avanzar a la fase final, demostrando su destreza o incluso su capacidad para resolver acertijos o situaciones complejas. Las pruebas estaban adaptadas al tema del programa de esa semana, por lo que cada eliminatoria era diferente y mantenía la expectación de la audiencia.
Un detalle interesante de esta fase era su ambientación musical con “Entrada de los Gladiadores”, una pieza alegre y rápida que acentuaba la intensidad y emoción del momento. Este segmento brindaba la oportunidad de disfrutar de situaciones cómicas y entretenidas, pues a menudo los concursantes se encontraban en situaciones algo absurdas o cómicas.
Tercera Fase: La Subasta
La subasta era el momento cumbre del programa, y probablemente una de las razones por las que "Un, dos, tres... responda otra vez" fue tan recordado. En esta fase, los concursantes se enfrentaban a una serie de objetos o premios escondidos, y debían decidir si se arriesgaban o tomaban una oferta segura. A veces, los premios escondidos eran muy valiosos, como coches o viajes, y otras veces, eran premios menores o cómicos, como la famosa “calabaza”, que simbolizaba un premio “fallido”.
La subasta requería intuición y habilidad para negociar, pues los concursantes a menudo recibían ofertas tentadoras del presentador para cambiar el premio oculto. Esta fase final lograba captar a toda la audiencia, que deseaba saber si los concursantes lograrían llevarse el gran premio o se quedarían con uno de menor valor.
Personajes Memorables
Además de su estructura innovadora, "Un, dos, tres... responda otra vez" también fue famoso por sus personajes entrañables y carismáticos.
Don Cicuta y la Parte Negativa
Uno de los personajes más queridos y recordados fue Don Cicuta, interpretado por Valentín Tornos. Don Cicuta representaba la “Parte Negativa” del programa, y su misión era, en tono de humor, burlarse de los concursantes y de los premios. Acompañado por ayudantes que también formaban parte de la “Parte Negativa”, Don Cicuta era un personaje algo gruñón que alegraba cada episodio con su peculiar forma de regodearse cuando los concursantes no ganaban premios importantes.
La Bola de Cristal: Transformó la Televisión Infantil y JuvenilLas Secretarias o Azafatas
Las secretarias, conocidas también como las “azafatas”, formaban la “Parte Positiva” del programa. No solo ayudaban al presentador y a los concursantes, sino que también aportaban simpatía y un toque glamuroso al programa. Las azafatas se convirtieron en figuras de apoyo y fueron un componente visual importante que definió el estilo del show. Muchas de ellas, como Kim Manning o Lydia Bosch, se volvieron reconocidas figuras de la televisión.
Presentadores Destacados
A lo largo de las temporadas, "Un, dos, tres... responda otra vez" contó con varios presentadores que dejaron su huella en el programa. Comenzando con Kiko Ledgard, el primer presentador, cada uno de los conductores trajo su estilo personal. Mayra Gómez Kemp fue otra presentadora emblemática, y su periodo al frente del programa coincidió con algunos de los años de mayor éxito del show. Jordi Estadella, Miriam Díaz-Aroca y Luis Larrodera también presentaron el programa en diferentes etapas, cada uno dejando una marca única en el show.
Producción y Dificultades
"Un, dos, tres... responda otra vez" fue un programa complejo de producir. Cada episodio contaba con decorados temáticos y nuevos elementos escenográficos, lo cual implicaba un gran esfuerzo técnico. Además, el programa se grababa en largos turnos que a veces terminaban de madrugada debido a la cantidad de cambios necesarios. Esta dedicación y trabajo intenso fueron claves en el éxito del programa, pero también representaban un desafío constante para el equipo de producción y el elenco.
Mascotas y Símbolos del Programa
Entre los elementos icónicos del programa estaba la calabaza Ruperta, que llegó a convertirse en un símbolo. A menudo, cuando los concursantes no acertaban o se quedaban con un premio de menor valor, se les entregaba una calabaza, lo que terminó por simbolizar un premio “fallido” en el programa. Con el tiempo, la calabaza se volvió un símbolo de humor, y hasta el día de hoy es recordada con cariño por los seguidores del programa.
Impacto Cultural y Legado
"Un, dos, tres... responda otra vez" no solo fue un programa popular, sino que también dejó un impacto profundo en la cultura española. La serie se convirtió en una referencia, y su formato fue replicado en otros países. Incluso décadas después de su última emisión, el programa sigue presente en la memoria colectiva, y frases como “Un, dos, tres... responda otra vez” forman parte del vocabulario popular.
Reflexión Personal
Recuerdo la emoción que se vivía en cada episodio. Como espectador, uno sentía que el programa tenía una magia especial, una combinación de humor, cultura y suspense que lograba atraer tanto a niños como a adultos. Ver a los concursantes competir, reír con las ocurrencias de los personajes, y emocionarse con los premios era una experiencia única. Hoy en día, con tantas opciones de entretenimiento, es difícil encontrar programas que logren ese equilibrio y esa conexión genuina con la audiencia.
"Un, dos, tres... responda otra vez" representa, para muchos, una época dorada de la televisión en España. Su mezcla de diversión y aprendizaje, sus personajes inolvidables, y su capacidad para mantenerse fresco durante más de tres décadas lo convierten en un referente indiscutible en la historia de la televisión.
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